Cuando hablamos de MP3 y calidad de sonido, pisamos terreno difícil. Los fundamentalistas de la alta fidelidad afirman que, gracias al MP3, mucha gente ya no sabe lo que es un buen sonido. La acusación no es del todo infundada, porque el MP3 es un formato con pérdidas. Sin embargo, no existe una norma uniforme para la calidad del MP3. Otra pregunta importante es: ¿qué pasa con la calidad de sonido de otros formatos?
¿Qué significa “con pérdidas” para la calidad de sonido de un archivo MP3?
MP3 y otros formatos de audio con pérdidas como AAC o WAV se desarrollaron, entre otras cosas, con el objetivo de ahorrar espacio de almacenamiento. Esto se debe a que en el momento de su desarrollo, la capacidad de almacenamiento de los discos duros era mucho más limitada que en la actualidad, y las velocidades de descarga y carga también eran insuficientes para grandes cantidades de datos. Hoy, el ancho de banda es el factor limitante en el streaming y en la transmisión por radio vía Bluetooth. Así que la compresión sigue siendo necesaria. Pero, ¿cómo disminuye la cantidad de datos en comparación con la grabación original? ¿Y cómo afecta esto a la calidad del MP3?
La pérdida se debe, por un lado, a la compresión y, por otro, a la omisión de cierta información sonora. Esto se debe a que no todo lo que capta la tecnología de grabación acaba también en el archivo comprimido. Para limitar los efectos de la pérdida de datos en la calidad del MP3, sólo se ignora la información que apenas tiene importancia acústica. Para ser más precisos: se cortan las frecuencias de los tonos especialmente graves y especialmente agudos. Esto se debe a que las personas sólo pueden percibir los agudos y graves extremos de forma limitada o no percibirlos en absoluto.
¿Qué calidad tienen realmente los archivos MP3?
Una evaluación general de la calidad del sonido MP3 se ve dificultada por el hecho de que existen distintos niveles de calidad. Son el resultado de la tasa de bits respectiva, expresada en kilobits por segundo (Kbit/s). La tasa de bits MP3 oscila entre 32 y 320 Kbit/s. Cuanto mayor sea el valor, mejor será la calidad. Cuanto mayor sea el valor, menor será la pérdida de datos en comparación con el material original.
¿En qué se diferencian las tasas de bits del formato MP3 de las de un CD de audio y los datos de audio Hi-Res? Lo hemos resumido en la siguiente tabla.
| Formato de audio | Tasas de bits |
|---|---|
| MP3 | Varía en función del grado de compresión: • Bajo: 32–128 Kbit/s • Medio: 128–192 Kbit/s • Alto: 192–320 Kbit/s |
| Audio de CD | 1.411 Kbit/s |
| High Resolution (FLAC y otros) | > 1.411 Kbit/s hasta 9.216 Kbit/s |
Una regla que se menciona de vez en cuando es que a partir de una tasa de bits de 192 Kbit/s, la pérdida de datos ya no es importante para la impresión auditiva. En este sentido, el formato MP3 también puede lograr un sonido claro. El formato de archivo por sí solo no dice necesariamente nada sobre la calidad de la señal de audio.
Sin embargo, ni siquiera una velocidad de bits superior a 192 Kbit/s ofrece una garantía del cien por cien. No hay un límite claro porque son varios los factores que determinan la calidad de un archivo MP3. Entre ellos están el género musical, el sistema de sonido y, no menos importante, la percepción auditiva individual. En lo que respecta a la música, sobre todo las piezas con graves contenidos y agudos escasos, así como las obras más complejas, sufren la compresión. Dependiendo del dispositivo que reproduzca la música y de lo entrenado que esté el oído del receptor, las pérdidas de sonido son a veces perceptibles incluso con una tasa de bits alta. Por supuesto, no sirve de nada pasar de 62 Kbit/s a 192 Kbit/s, después de todo, la información del archivo ya se ha perdido en la compresión anterior.
Además de la velocidad de bits, la calidad de un archivo MP3 también depende mucho del método de compresión. Un archivo codificado en AAC (Advanced Audio Coding) a 192 Kbit/s suele ofrecer una mejor experiencia de escucha que un archivo Ogg Vorbis con la misma velocidad de datos. Así que no depende sólo de la tasa de bits.
Altavoces Bluetooth de Teufel para sonido HiFi
¿Cuál es la calidad de sonido de Spotify y otros servicios de streaming de música?
27 años después de su invención, el MP3 sigue siendo el formato de audio más utilizado en la red. Sin embargo, hay otros formatos que desempeñan un papel importante en la reproducción de música hoy en día y superan la calidad del MP3. Un ejemplo es el ya mencionado formato sin patente Ogg Vorbis. El gigante del streaming Spotify también confía en él.
Otros formatos de audio utilizados por los servicios de streaming son:
- Apple Music: AAC
- Spotify: Ogg Vorbis
- Google Play Music: MP3
- Amazon Music: FLAC
- TIDAL: AAC resp. FLAC
- Deezer HIFI: FLAC
Los proveedores de streaming son bastante cautos con la información sobre las respectivas velocidades de transmisión de datos. Apple Music transmite streams con una tasa de bits de 256 Kbit/s. La suscripción premium de Spotify ofrece 320 Kbit/s con alta calidad de sonido. Lo mismo ocurre con Google Play Music, siempre que la conexión a Internet sea lo suficientemente rápida. Con niveles de calidad más bajos, la tasa de bits cae por debajo de los 200 Kbit/s. Sin embargo, los proveedores de streaming sin pérdidas superan claramente estos valores: Deezer y TIDAL, por ejemplo, anuncian 1.411 Kbit/s para su suscripción HiFi. Aquí el streaming es en formato FLAC sin pérdidas.
Los altavoces Teufel sacan el máximo partido
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Teufel Streaming para alta fidelidad digital
Conclusión: la calidad del MP3 no siempre tiene por qué ser mala
- El MP3 y otros formatos de audio tienen pérdidas.
- Por eso, estos archivos pueden sonar planos y unidimensionales.
- Un factor esencial para la calidad de los formatos de streaming es la tasa de bits.
- Esto varía con cada servicio de streaming en función del grado de compresión.
- Los distintos códecs de audio presentan diferencias de calidad de sonido incluso con la misma velocidad de bits.
